Descripción
Desde antaño la vida en nuestras villas ha estado ligada al agua de sus manantiales. Es elemento de vida, en torno al cual se han desarrollado las poblaciones y asentamientos, siendo el principal recurso para la supervivencia de una comunidad. Por eso, toda localidad está vinculada a un manantial, una fuente, un río, o un curso de agua. No falta en ningún pueblo de la comarca su fuente, de la cual los vecinos se abastecen de agua potable y que, a su vez, es lugar de reunión y tertulia. En Lobera existen 32 manantiales, con nombres tan curiosos como Fuente Alta, La Fuen del Moro, Fuen Salada, Fuente las Vacías, Fuente Murillo, Fuente L’Americano, Fuente Conejo o Fuente Canales, entre otros. Nombres que responden a antiguas historias acontecidas en el municipio y a sus gentes, como otras muchas que se habrán vivido en su entorno. En Lobera se conservan coplas como ésta que dice: “En Lobera está la fuente de donde mana el querer, donde van las loberanas derechicas a beber”, o ésta otra que dice: “En Lobera no bendicen el agua pa bautizar, porque llega bendecida de la mano de San Juan”. La historia viva de una tierra que ha vivido ligada al agua que mana de sus fuentes y que se ha mantenido fuerte en su ideario y tradiciones. El abandono del mundo rural ha dejado en desuso y olvidadas algunas de ellas, pero se mantienen vivas otras, como es mi caso, la Fuente Vieja, que originariamente nutría de agua a la localidad. Aunque me encuentro a las afueras del pueblo, muy cerca de la Ermita de San Juan, mis aguas se canalizaban hasta la Fuente de la Plaza, donde mis vecinos acudían a llenar sus pozales y cántaros.
Since ancient times, life in our villages has been centred around the water from their springs. Water is an essential element, around which populations and settlements have been built for years, as it is typically the main resource for a community’s survival. That is why every settlement has a spring, a fountain, a river, or a watercourse. No village in the region is without a water source where residents can get their drinking water from and which, in turn, is a meeting and gathering place. Lobera has 32 springs, with curious names such as Fuente Alta, La Fuen del Moro, Fuen Salada, Fuente las Vacías, Fuente Murillo, Fuente L’Americano, Fuente Conejo and Fuente Canales, among others. These names are owed to ancient stories that involved the town and its people, as well as other events in the surrounding area. There are still stanzas preserved in Lobera like this one that says: “In Lobera is a fountain flowing with love, where the real Loberanas go to drink”, as well as another that says: “In Lobera the water is not blessed for baptisms, because it has already been blessed by the hand of San Juan”. The living history of a place deeply connected to the water that flows from its springs which plays a huge part in its ideology and traditions. As people have left the countryside some of these fountains are now forgotten and in disuse, but others are kept alive, as in my case, the Fuente Vieja, I originally supplied water to the town. Although I am located outside of town, just by the San Juan Chapel, my waters were carried to the Fuente de la Plaza, where residents would come to fill their buckets and jugs.
Depuis toujours, la vie dans nos villages est liée à l’eau des sources. Principale ressource pour la survie d’une communauté, l’eau un élément autour duquel les populations se développaient et s’organisaient. Par conséquent, chaque commune est reliée à une source, une fontaine, une rivière ou un cours d’eau à partir duquel les habitants s’approvisionnent en eau potable, et qui sert de lieu de rencontre et de rassemblement. Lobera compte 32 sources aux noms parfois curieux tels que Fuente Alta, La Fuen del Moro, Fuen Salada, Fuente las Vacías, Fuente Murillo, Fuente L’Americano, Fuente Conejo ou Fuente Canales, entre autres. Ces noms correspondent à des anecdotes anciennes concernant la commune et ses habitants. Ainsi, dans le village, on peut encore écouter ce couplet : « À Lobera se trouve la source d’où l’amour s’écoule, d’où les habitantes vont s’abreuver. » [En Lobera está la fuente de donde mana el querer, donde van las loberanas derechicas a beber], ou celui-ci : « À Lobera, on ne bénit pas l’eau pour baptiser, parce qu’elle est déjà bénie par la main de Saint Jean ». [“En Lobera no bendicen el agua pa bautizar, porque llega bendecida de la mano de San Juan”.] L’histoire vive d’une terre liée à l’eau de ses sources, restée forte dans son idéologie et ses traditions. L’abandon du monde rural a laissé certaines sources dans l’oubli, mais d’autres comme moi, la Fuente Vieja, sont encore utilisées. Bien que je sois à la périphérie de la ville, tout près de l’Ermita de San Juan, mes eaux étaient canalisées vers la Fuente de la Plaza, où mes voisins venaient remplir leurs sceaux et leurs pichets.