Este bonito municipio está rodeado de un bosque de pinos y encinas, que dan paso a un caserío cuidado que refleja su poso medieval, con presencia de numerosas casas nobiliares y calles singulares, como Infantes, que dan nombre a su famosa judería, en la que vivieron los judíos hasta el mismo momento de su expulsión.
A nivel arquitectónico, la judería de El Frago es una de las más singulares de la comarca y resume la tipología de las juderías clásicas. Casas hechas de piedra con algunos secretos, como el que se conserva en una fachada de la calle Trévedes en la que aparece una inscripción donde se lee: “esta es la tumba de rabí Yom Tob, hijo de rabi Yishag”.
Y frente al poso judío, el cristiano, con ejemplos como la iglesia de San Nicolás de Bari, románica, o las ermitas de San Miguel y San Miguel de las Cheulas, ambas del siglo XII.