La orografía de las Cinco Villas se originó tras la inversión tectónica de principios del Terciario, que dio origen al Valle del Ebro, y que, por el otro lado, hizo emerger el ámbito prepirenaico de la comarca, que incluye la Sierra de Santo Domingo (1.517 metros), declarada Paisaje Protegido en el año 2015, siendo, las Cinco Villas, la primera comarca aragonesa en contar con esta declaración por parte del Gobierno de Aragón.
Este espacio natural de gran valor ecológico y cultural abarca una superficie de 9.678 hectáreas, extendiéndose entre los términos de Biel, Longás y Luesia.
El Paisaje Protegido de la Sierra de Santo Domingo y su entorno constituyen una zona de transición entre dos grandes unidades ecológicas y paisajísticas, el valle del Ebro y los Pirineos. Un enorme corredor ecológico hacia las sierras pre-pirenaicas. Su ubicación fronteriza hace que influyan características mediterráneas atenuadas por influencias atlánticas. Cuenta con numerosas zonas LIC y ZEPA como la zona de Caballera, el río Onsella, el río Arba de Luesia o el río Arba de Biel.
La singular orografía de la sierra de Santo Domingo genera la existencia de una gran riqueza de formaciones vegetales, que cubren sus laderas y se estructuran según los requerimientos de temperatura y humedad con algunas peculiaridades fruto de las inversiones térmicas existentes en sus barrancos. Todas estas formaciones albergan una gran riqueza faunística, ya que esta sierra favorece una cohesión ecológica entre el valle del Ebro y Pre y Pirineo.
Destacan sus extensos bosques de pino, los quejigales, encinares y hayedos. Las valiosas extensiones arbustivas se caracterizan por un buen número de bojedas y, por su singularidad, algunas formaciones monoespecíficas de madroños. En cuanto a la flora, Santo Domingo es hábitat de numerosas especies de plantas rupícolas.
Geológicamente la Sierra constituye un anticlinal cabalgante de materiales calizos y margosos, dando lugar a relieves de paredes verticales de roca caliza cuyas cimas no superan los 1200 metros de altitud. Esta combinación de materiales dotan el paisaje de una gran importancia resaltando Keuper, la Fuente del Yeso, la Cueva de Cristal (Longás), conglomerados de Malpaso y barranco de Siaskas en Luesia.
El carácter de corredor biológico de este espacio natural permite la existencia de un buen número de especies de fauna. Desde un buen número de ungulados hasta insectos de importante valor como la mariposa apolo, el ciervo volador o la rosalía alpina. Alberga también un abundante y variado acervo de aves, albergando incluso, al quebrantahuesos. Hay que destacar la presencia del tejón, el turón, la gineta, la garduña o el musgaño patiblanco, especie catalogada de interés especial por el Gobierno de Aragón. Abundan otras especies de interés como el tritón pirenaico, la víbora hocicuda o la culebra bastarda.
El Paisaje Protegido de la Sierra de Santo Domingo también cuenta con un importante legado histórico y cultural, con asentamientos que datan del Neolítico hasta la Guerra Civil Española. Uno de los principales valores de este Paisaje Protegido es la relación entre el mismo entorno y la acción del hombre. Una relación que ha llevado consigo la realización de actividades tradicionales como la ganadería extensiva o el aprovechamiento forestal y que hoy ha dado paso a un turismo cada vez más incipiente.