Luna destaca por su amplio patrimonio, como la judería (siendo según Miguel Ángel Motis, un ejemplo de integración plena, ya que los judíos no residían en un barrio propiamente dicho, cerrado y aislado del resto de habitantes), la iglesia de Santiago de la Corona, el Hospital de Peregrinos, o la ermita románica de San Gil, de bella decoración escultórica.
Fuera del casco urbano se localizan varios espacios curiosos, como los castillos de Óbano, Yecra (también Yequera) e Hispanies, del siglo X (el más antiguo de la comarca), llamado entre los vecinos ‘cárcel de Hispaniés’, ya que durante las Guerras Carlistas su aljibe subterráneo cambio de uso y, en vez de contener agua, retuvo a cientos de prisioneros.
Otros atractivos de Luna son el Monasterio de Monlora, denominado ‘la atalaya de las Cinco Villas’ por las vistas que ofrece su emplazamiento, de gran altura. De ahí que sea frecuente ver a personas haciendo desde este espacio parapente y otros deportes de vuelo.
También son singulares los despoblados de Júnez, y Lacasta (este último conserva la iglesia románica, y dentro de ella la pila bautismal de gran tamaño).